¡Mi primer relato publicado!

Queridos lectores:

Hoy les quiero compartir mi primera experiencia publicando en físico. Estoy emocionada porque es uno de los más grandes sueños que tenía y, ahora, se ha hecho realidad. Sé que esta vez sólo fue un relato, pero estoy segura que es el primer paso para lograr publicar un libro. Estoy segura que voy en el camino correcto.

Como ya les había contado en otras entradas (Un poco de mí (Anne Kayve)), antes, a pesar de que escribía, no solía tomarlo muy en serio. Sin embargo, por ciertas situaciones que pasé, me di cuenta que ya no podía mantenerme alejada de las letras así que nació este blog. Al principio, no era para nada constante y sólo escribía de vez en cuando.

Un buen día me di cuenta que no estaba haciendo nada para cumplir mi sueño, más que hablar. Entonces, decidí pasar a la acción y me propuse como reto publicar diario aquí. Fue complicado, lo confieso, pero ahora que ya tengo esa costumbre es algo tan adictivo que no puedo dejar de hacerlo.

En esa época, empecé a ver varias convocatorias. Una de ellas fue la de la revista Letramía; pero ya estaba tan desanimada (por haber perdido en las otras) que ya no planeaba enviar nada. Sin embargo, una persona muy especial me dio la inspiración para el texto ganador: «Corazón roto» y me dijo que tenía potencial. Así que lo envíe, sin ninguna expectativa de ganar.

Pasaron los meses y no recibía ninguna noticia, por lo que lo di por perdido (de nuevo). Hasta que un día recibí un e-mail informándome que mi texto había sido seleccionado y que se publicaría en el número 12 de Letramía. Les juro que mi primera reacción fue gritar, pero tuve que contenerme porque estaba en el trabajo. Y, luego, una opresión en mi pecho me hizo ponerme un poco triste y nostálgica, pues la fuente de mi inspiración ya no estaba en mi vida.

Muy en mi interior sabía que tenía que contactarlo para hacerle saber mi gran dicha, ya que sin él, esto no hubiera sido posible. Así que el destino nos puso frente a frente ese mismo día y le dije. Ambos nos llenamos de muchísimas emociones y, al final, me felicitó y me dijo que sabía que lo lograría.

El cuatro de mayo de este año los autores seleccionados para ese número fuimos invitados por parte de los integrantes de la revista a una presentación, en la cual nos entrevistaron.

¿Qué es para ti Letramía? Nos preguntaron después de nuestra ronda de preguntas. Para mí en esos momentos y ahora, es un sueño hecho realidad; el primer paso para mi carrera como escritora. Fue el primer día que me sentí como una escritora de verdad.

Lo que vino después fue la firma de la autorización para publicar el texto en la revista, y la espera de su publicación. Meses después enviaron a cada autor la forma en que quedaría su texto en la revista.

Fueron varios meses de espera y emoción, hasta que por fin me dijeron que mi texto ya estaba listo y que el sábado 26 de octubre de 2019 sería la primera presentación del número 12 de Letramía, en la cual algunos de los autores seleccionados, íbamos a leer el texto enfrente de todos.

Llegó el gran día y yo acudí con mi mejor amiga y esa persona que fue la fuente de mi inspiración, la cual me regaló una rosa morada, para darme ánimos y felicitarme, ¡Iba a ver un texto mío publicado en forma física por primera vez, y para aumentar todo mi entusiasmo, iba a leerlo frente a muchas personas!

La presentación del número 12 empezó y yo retorcía mis manos unas con las otras. Estaba nerviosa y feliz, y me sentía dichosa de estar ahí. Entonces, me nombraron y me paré. Era mi turno de leer «Corazón roto». Recuerdo que me presenté y, después, me dispuse a leer mi creación. Fue ahí cuando la vi por primera vez en papel. Frente a mí, estaba el mundo entero, todo se detuvo. Sólo estábamos mi texto y yo; nada más existía.

Las palabras empezaron a brotar de mi boca y al final todos me despidieron con un gran aplauso. Regresé a mi lugar y las personas que iban conmigo me confortaron con sus sonrisas. Después, a otros autores les tocó leer su escrito. Yo sentí paz, estaba feliz. Sabía que nada podía arruinar ese momento.

Cuando acabo la presentación, nos tomamos una foto grupal y varias personas se acercaron a mí para pedirme que les firmará mi relato, ¡No podía creerlo! ¿Alguien pidiéndome una firma por un escrito mío? Siendo sincera, no tenía ningún autógrafo así que sólo escribí mi nombre. Después de ellos, me despedí con una sonrisa.

Y así, queridos lectores, es como un sueño que tenía, se volvió realidad. Sé que aún me queda mucho camino por recorrer, pero no me rendiré. No cambiaría las sensaciones que tuve ese día, por nada. Gracias a todos ustedes por seguir aquí, ustedes son la fuente de motivación de mis escritos.

P. D. También participé en la convocatoria para el número 13 de esa revista y también me seleccionaron. Los mantendré informados. Los quiere y adora,

Anne Kayve

Imagen de Anne Kayve