Abstraída

Queridos lectores: el pequeño relato de hoy nació a raíz de un sentimiento que ha predominado en mi mañana, ¿a ustedes les ha pasado o les pasa muy seguido? ¡Los leo!

Iba pasando por la sala de mi tía cuando una pintura, pequeña y bella, captó toda mi atención. Se me hizo extraño que la tuviera, ya que ella no solía coleccionar cosas de ese tipo.

La observé por varios minutos y sentí que me abstraía en ella; que lograba alejarme de mi realidad para meterme a otra, fabricada por alguien más.

No sé cuánto tiempo estuve ahí parada, pero cuando volteé a la ventana más cercana, ya había oscurecido. Me tallé los ojos algo exhausta y respiré profundo, entendiendo que mi tía había comprado ese cuadro para abstraerse y escapar de la realidad.

Anne Kayve

Imagen de Free-Photos en Pixabay

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