Desconocido

Queridos lectores: ¿Están listos para el relato de hoy? He leído los comentarios que me pusieron en mi entrada ¿De qué les gustaría que fueran los relatos? y trataré de guiarme con ellos para los siguientes relatos. No duden en comentar los relatos y hacerme saber su opinión. Es muy importante para mí, ya que con ellos puedo mejorar, ¡Un abrazo!

Llevo meses soñando con él y en todos los sueños pasa lo mismo: él muere. Hay veces que es por una enfermedad terminal; otras por un asalto o un accidente automovilístico. Yo siempre soy quien intenta salvarlo, pero siempre fallo.

Su imagen ha quedado tan grabada en mi retina que es imposible no buscarlo entre la multitud cuando voy caminando rumbo a mi trabajo. A veces, creo reconocerlo, pero cuando me acerco me doy cuenta que estoy tan sugestionada que puedo confundirme.

Es frustrante e inexplicable esta sensación. En la realidad, es un desconocido; en mi sueños y pesadillas es lo más importante que tengo, lo único que me importa, pero siempre es inútil salvarlo, ¡Siempre! Lo cual me lleva a una profunda depresión cada mañana.

He logrado dibujarlo gracias a mis dotes artísticas y me parece tan real que en mis días más solitarios y tristes, sacó su retrato y lo abrazo, como si pudiera consolarme. No logro hacer que abandone mi cabeza ni cuando estoy despierta.

Mi desempeño en el trabajo ha disminuido considerablemente y mis ojeras no hacen más que aumentar. Mi jefe lo ha notado y ya me ha dado un ultimátum: o entrego los reportes de manera correcta o tendré que empezar a prepararme para buscar otro trabajo. Es muy cruel, pues dice que no le importa en lo absoluto mi vida personal. Bahh. Tan sólo yo quisiera que también me importara a mi, pero no. Mi punto central se ha vuelto ese desconocido, el cual me persigue noche y día, pero jamás he podido salvarlo de la muerte.

He empezado a documentarme sobre formas de salvar a la gente en situaciones de riesgo. Libros, internet, videos de youtube. Con la esperanza de que mi inconsciente se grabe las técnicas y en mis sueños me lleve a salvarle la vida a Héctor.

¿Qué cómo sé que se llama así? ¡Yo lo he llamado así, por lo que tengo derecho a ponerle un nombre!, ¿no? Es Héctor, Héctor y yo… yo lo salvaré. Creación de mi mente o no, tiene derecho a vivir, como yo, como todos nosotros.

Los sueños cada vez se hacen más vívidos. Incluso, hace tres días, estuve a punto de advertirle sobre el tren que lo iba a atropellar. Desde ahí, ya no ha vuelto a aparecer, lo que me angustia más, ¿por qué no se ha despedido, si quiera? ¿o será que se murió de verdad? ¿sus vidas se han acabado? ¿¡A caso esta vida es una mierda de videojuego!? ¡Mierda! ¡Carajo! Si lo hubiera sabido… si tan solo lo hubiera sabido antes…

Corro hacia un videojuego que jugaba de niña y reconozco al desconocido en la portada del juego. Entonces, sé lo que tengo que hacer. Prendo la consola polvorienta y paso toda la noche jugando con ella, hasta que logro completar todos los niveles. Un mensaje de ¡Felicidades! anuncia la pantalla. Lo he salvado, lo he salvado. He salvado a Héctor y, por fin, ahora me dejara en paz.

Anne Kayve

Imagen de Activedia en Pixabay

7 respuestas a “Desconocido

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