Queridos lectores: hoy he demorado tanto en publicar la entrada porque he tenido problemas con la electricidad. Por ello, el escrito de hoy va dedicado a esos momentos que a veces pasamos a la luz de las velas.
Hoy he cenado con mis padres a la luz de las velas. Es una experiencia novedosa, ya que estamos tan acostumbrados a la tecnología, que ya no solemos disfrutar este tipo de cosas. Desgraciadamente, mis padres están de mal humor, como siempre que están lejos de sus celulares, mientras yo me siento feliz por lo simple, lo mágico, lo hermoso de la oscuridad. Ojalá pudieran volver a ser niños, para disfrutar las pequeñas cosas de la vida.
Anne Kayve
Imagen de Andreas Lischka en Pixabay
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