Queridos lectores: hoy amaneció muy frío en la Ciudad de México. No es un clima al que esté acostumbrada, por lo cual me inspiró en la siguiente historia.
Mi abuelita vivía en medio de un bosque. Por ello, yo amaba visitarla. Sin embargo, un día de invierno se me ocurrió caminar por el bosque sola. No le dije a nadie a dónde iba. ese fue mi error.
A los pocos minutos a causa de la neblina, me perdí. Un miedo atroz se adueño de mí pues todo mi alrededor se me hacía desconocido.
De repente, una figura extraña se fue acercando a mí. Yo tapé mi cara esperando el impacto del ataque, el cual jamás llegó. Alcé mi vista para ver la gran criatura que se cernía ante mí, la cual me ayudó a volver a casa.
Nunca supe qué era, pero sé que en las tinieblas del boque hay algo o alguien que me ayudó a regresar a casa.
Anne Kayve
Imagen de cafepampas en Pixabay
Interesante microrrelato ideal para pensar, que en cada tiniebla, en cada problema siempre va a haber alguien en quien podamos confiar, gracias por esta magnífica lectura Anne te quiero
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Me alegra que te haya gustado y así es, nunca estamos solos
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Reblogueó esto en "Abrazando con el Alma"y comentado:
Interesante estas palabras de nuestra querida gran escritora Anne Kayve, y tan cierto, yo creo que ante cada tiniebla simpre va a haber alguien, algún pariente o amigo en quien podamos confiar
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Y si no lo hay, debemos encontrar la fuerza en nosotros mismos, ¡Saludos! Y gracias por compartirlo
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