Queridos lectores: me he dado cuenta que la velocidad, la adrenalina que siento al manejar mi moto me hace olvidar todos los problemas y disfrutar el momento.
Mi padre, toda su juventud, deseó tener una motocicleta. No obstante, sus padres y su economía no se lo permitieron. Por ello, dejó en el olvido su sueño, pero creo que yo se lo he recordado. Por eso, hoy vamos juntos a comprar una, para él y para mí. Recordando ambos que la adrenalina está en la velocidad.
Anne Kayve
Imagen de Free-Photos en Pixabay
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