Parada

Queridos lectores: hoy dejaré que las palabras del relato hablen por sí mismas.

Cerca de la casa de Nala, hay una parada de autobús. Muchas personas del pueblo la llaman «Stop», por las grandes letras rojas que están impresa en ella. Para ellos, es algo común y corriente, para ella es un refugio, pues va a sentarse ahí cuando algo va mal en su vida.

Antes sus visitas eran contadas, ahora se han vuelto tan continuas que cualquier persona que se pregunté en dónde está, sabrá automáticamente la respuesta. Su madre al principio estaba preocupada por sus acciones extrañas, pero pronto descartó cualquier problema argumentando que era la edad y que los adolescentes no podían tener tan complejas preocupaciones como la de los adultos.

Su madre la subestimó, sin duda alguna, ya que Nala no ha dejado de preguntarse qué es lo que hará con su vida. Es una cuestión que en el pueblo de Dirtlot, no es común entre las personas, ya que la mayoría tienen su camino definido desde que son procreadas: nacer, crecer, casarse, reproducirse y morir.

Nala, gracias a sus libros, ha descubierto que no quiere seguir ese oscuro camino. Por ello la palabra de la parada de autobús es su refugio «Stop». Es una señal que le dice que tiene que pararse a pensar y reflexionar sobre lo que realmente la hará feliz, ¿Lo logrará? Probablemente. Aunque para lograrlo tendrá que pasar por muchas lágrimas y caídas.

Anne Kayve

Imagen de José Manuel de Laá en Pixabay